Diritti degli animali e specismo: guardiamo in faccia la realtà
El 10 de diciembre es el Día Internacional de los Derechos de los Animales, asociado al aniversario de la firma de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, firmada en Estados Unidos en 1948.
Algunas asociaciones protectoras de animales objetaron que los animales son seres vivos como los humanos y que, al igual que éstos, deben disfrutar del derecho a la vida y a la libertad.
En 1978, la Unesco redactó la Declaración de los Derechos del Animal
Art.1 – Todos los animales nacen iguales ante la vida y tienen los mismos derechos a la existencia.
Art. 2 – Todo animal tiene derecho al respeto, cuidado y protección humanos.
Art. 3 – Ningún animal puede ser maltratado.
Art. 4 – Todo animal tiene derecho a vivir libre en su medio natural terrestre, aéreo o acuático.
Art. 5 – Todo animal que conviva con el hombre tiene derecho a vivir y crecer al ritmo y en las condiciones de vida y libertad propias de su especie.
Art. 6 – Abandonar a un animal es un acto cruel.
La asociación británica de defensa de los derechos de los animales Uncaget Campaigns estableció el Día Mundial de los Derechos de los Animales y logró su inclusión en el calendario de 1998
Desde entonces, el día celebra a todos los seres vivos, afirmando así el principio de que la libertad, la justicia y el respeto son valores fundamentales para todo individuo, independientemente de su raza, sexo, posición social y especie.
Todo esto de palabra, por supuesto, porque en realidad seguimos viviendo en una sociedad que priva a los animales de su individualidad y libertad, considerándolos una propiedad cuyo único propósito en la vida es satisfacer las necesidades y deseos de los seres humanos.
El statu quo otorga al hombre el derecho a utilizar animales con fines instrumentales y nunca se cuestiona el verdadero problema: el especismo.
«Nuestros nietos nos preguntarán algún día: «¿Dónde estabais durante el holocausto animal? ¿Qué hicisteis para impedir estos horribles crímenes? En ese momento, no podremos utilizar la misma justificación por segunda vez, diciendo que no lo sabíamos. .»
Cit. Helmut Kaplan
