Aspergilosis pulmonar en perros: una infección fúngica causada por Aspergillus Fumigatus

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Aspergilosis pulmonar en perros

La aspergilosis pulmonar es una infección fúngica que se da en perros y que en casi todos los casos está causada por un miceto, es decir, un hongo: Aspergillus fumigatus.

El Aspergillus Fumigatus es un organismo ubicuo que vive y forma colonias en el suelo, la vegetación y la materia orgánica en descomposición; sus esporas están presentes en el aire que todos respiramos.

Cómo se contagia el perro de aspergillus: vías de contagio

La principal vía de entrada del Aspergillus es la respiratoria, con posterior diseminación por vía hematógena, es decir, a través de la sangre (angioinvasiva).

Así pues, la inhalación es el mecanismo por el que el parásito penetra en el organismo del perro, que puede infectarse escarbando la tierra con la nariz u olfateando vegetación en descomposición, compost y heno.

Sin embargo, algunos casos descritos en la literatura sugieren la posibilidad de otras vías de entrada, como
Por ejemplo, la piel, el pezón y los tractos gastrointestinal y urinario.

El peligro de la aflotoxina

Las micotoxinas producidas por el Aspergillus son las Aflatoxinas, conocidas por ser especialmente nocivas y tóxicas.

Además de la toxicidad aguda, la aflatoxina también puede causar una reducción drástica del sistema inmunitario a largo plazo.

La Organización Mundial de la Salud ha incluido al Aspergillus fumigatus en la categoría más peligrosa de su lista de especies fúngicas peligrosas para la salud humana y animal.

Causas del Aspergillus fumigatus en perros: síntomas

En los perros, el Aspergillus es responsable sobre todo de infecciones nasales o pulmonares.

El perro empieza a estornudar con frecuencia, tiene secreciones nasales de color amarillo verdoso y se muestra impaciente al tocar o manipular su nariz y hocico debido al dolor que le causa la inflamación.

A medida que avanza la infección, las fosas nasales se ulceran, la secreción nasal se vuelve purulenta y contiene restos de sangre.

Aspergilosis cutánea: de localizada a sistémica

Si se propaga de la nariz alaparato respiratorio y luego al resto del cuerpo,la aspergilosis cutánea o nasal se convierte en pulmonar y luego en sistémica.

En estos casos, si no se diagnostica a tiempo, puede causar daños neurológicos e incluso resultar mortal.

De hecho, las aflotoxinas son capaces de superar incluso la estructura anatómica que protege el cerebro, la barrera hematoencefálica.

La barrera hematoencefálica tiene la función específica de regular selectivamente el paso de sustancias y/o microorganismos potencialmente peligrosos del torrente sanguíneo al cerebro y viceversa.

Síntomas de la aspergilosis sistémica

En el caso de la aspergilosis sistémica, la sintomatología es muy variable: la anorexia y la pérdida de peso, la fiebre y la enfermedad ocular indican que la infección ya se ha extendido y puede empeorar aún más.

El estado del perro se considera crítico cuando hay déficits osteoarticulares y neurológicos, como cojera, colapso vertebral y paresia repentina.

Cómo diagnosticar la aspergilosis en perros

Para un diagnóstico preciso, tras descartar otras enfermedades concomitantes con síntomas similares, el veterinario también puede prescribir un examen endoscópico de la nariz, con toma de muestras de tejido para examen citológico o biopsia.

El examen citológico y la biopsia permiten aislar el patógeno, confirmar el diagnóstico y administrar el tratamiento farmacológico necesario.

Cómo tratar la aspergilosis en perros

Por desgracia, no existe ninguna forma específica de prevención y las infecciones fúngicas sólo se tienen en cuenta cuando el cuadro clínico está avanzado.

Cuando la aspergilosis invasora está ampliamente diseminada en el organismo del perro, el tratamiento puede ser ineficaz y el diagnóstico es desafortunado.

Por eso es aconsejable que consultes a tu veterinario cuando aparezcan los primeros síntomas.

Para que revisen a su perro o gato, póngase en contacto con los médicos veterinarios de nuestra plantilla, siempre a su disposición.

Además, le recordamos que la Clínica La Veterinaria está siempre abierta las 24 horas del día, incluidos festivos, y dispone de un servicio de urgencias de 20:00 a 8:00 horas.

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