Índice
Castración de un gato macho: una operación de la que sólo se derivan beneficios para la salud de su gato. En primer lugar, la prevención de enfermedades testiculares.
La esterilización priva al gato macho de las hormonas que regulan el comportamiento sexual, de modo que cesa el deseo de aparearse.
Al anular el instinto de satisfacer este impulso puramente reproductivo, el gato se ahorra el sentimiento de frustración resultante de no poder satisfacer el deseo.
El felino ya no sufrirá el estrés de la ansiedad sexual y la testosterona circulante no le convertirá en un animal agresivo y territorial.
Puesto que la castración no daña al animal ni afecta a su psique y temperamento ni altera sus facultades cognitivas, sepa que se trata de una intervención de la que sólo se derivan beneficios para la salud de su gato.
¿Cree que castrar al gato macho es un acto contra natura? Piensas mal.
Aún hoy existe el prejuicio generalizado de que castrar a un gato macho es cruel, un acto contra natura o incluso, una deficiencia.
La castración es, por otra parte, un acto de responsabilidad y tutela que todos los propietarios de gatos machos deberían realizar.
Eliminación de cachorros y enfermedades de apareamiento: he aquí la verdadera distorsión
La vida de los animales de compañía ya está alterada, pues dependen de los humanos y están condicionados por ellos de mil maneras diferentes, y la esterilización no es la mayor “distorsión”.
El abandono y el sacrificio de cachorros (un remedio criminal al que a menudo recurren los humanos), la ansiedad, el estrés y las enfermedades de apareamiento podrían evitarse si sólo se recurriera a la castración preventiva.
¿Puede reconocer las ansiedades sexuales de su gato?
Desde el momento en que siente el impulso de aparearse, el gato macho lo manifiesta claramente:
- El marcaje urinario vertical, por el que se coloca la propia firma en lugares específicos donde es necesario dejar un mensaje olfativo claro e inequívoco a otros gatos machos, es decir, “aquí estoy yo y las hembras son mías”.
- Inestabilidad emocional, maullidos constantes, agresividad, falta de apetito, actitud melancólica, nerviosismo
- Tendencia a huir para buscar pareja y participar en peleas con otros machos competidores: un comportamiento “callejero” que expone al gatito a los peligros de la calle y al riesgo de contraer, a través de la sangre y la saliva resultantes de las peleas con otros machos, enfermedades graves como el VIF (virus de la inmunodeficiencia felina) y el VLF (leucemia felina).
¿Cuándo castrar a un gato macho y cuántos tipos de castración existen?
Por lo general, la castración de los gatos machos se realiza después de que ambos testículos desciendan al escroto, es decir, alrededor de los seis meses de edad.
Existen dos tipos de intervención: la vasectomía y la orquiectomía, que es la castración propiamente dicha.
- La vasectomía (o deferentectomía) consiste en la resección, previa ligadura, de los conductos deferentes que transportan los espermatozoides. Es una operación poco practicada porque el gato queda estéril, pero no cesa el comportamiento asociado a su madurez sexual.
- En cambio, en el caso de la orquiectomía, el veterinario practica una incisión en la bolsa escrotal, cierra los funículos espermáticos, extrae y extirpa los testículos. Definitiva y mínimamente invasiva, esta cirugía elimina totalmente el deseo sexual del animal.
- Una tercera alternativa son los tratamientos farmacológicos, que, además de su dudosa fiabilidad, pueden provocar efectos secundarios perjudiciales para la salud del gato y predisponerlo a infecciones o incluso tumores.
¿Cómo tratar al gato después de la castración?
El postoperatorio es breve y no suele presentar complicaciones.
En las horas inmediatamente posteriores a la cirugía, es preferible dejar al gato tranquilo.
La única precaución es asegurarse de que el gato no lama la herida.
Si esto ocurriera y la herida se inflamara o incluso se desgarrara, consulte inmediatamente a su veterinario.
¿Los gatos esterilizados tienden a engordar?
La obesidad es una consecuencia indirecta de la castración.
El exceso de grasa es una acumulación debida a una disminución del gasto energético, es decir, a una reducción del nivel de actividad.
La verdadera causa de la obesidad en los gatos reside en la sobrealimentación asociada a la vida sedentaria y menos activa que el gato empieza a llevar cuando, tras la castración, ya no tiene motivos para corretear por todas partes en busca de hembras.
Aumente el nivel de actividad de su gato incrementando el juego o adoptando otro para que puedan jugar juntos.
Y, de nuevo, modera la ingesta de calorías: así protegerás a tu gatito de la obesidad.
Cabe destacar que la castración no deja de ser una intervención quirúrgica que debe acordarse con su veterinario: consúltele previamente y él le explicará detalladamente cómo proceder.
Contacte con nosotros para una consulta: los médicos de la Clínica La Veterinaria están a su entera disposición para aclarar sus dudas e inquietudes.
En caso de necesidad y urgencia, le recordamos también que Clínica La Veterinaria está siempre abierta las 24 horas del día, incluidos festivos, y dispone de un servicio de urgencias de 20 a 8 horas.
Por la alegría de verlos FELICES.