Perros en la montaña: aquí tienes todos los consejos para que tu amigo de cuatro patas pase un día en las alturas con total seguridad.

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Perros en la montaña: estas son las normas para que tu amigo de cuatro patas disfrute de un paseo o unas vacaciones perfectas y seguras

Si decide llevar a su perro a la montaña, el senderismo a gran altitud será una experiencia emocionante para ambos.

Pero conviene tomar algunas precauciones básicas para no someter a su perro a un estrés y una fatiga indebidos.

Ir de excursión con un perro por la montaña puede presentar diversos grados de dificultad.

Por lo general, la dificultad de una ruta se indica al principio y a lo largo del recorrido.

Hay rutas turísticas, fáciles y aptas para todos, pero también las hay para expertos, con pasos suspendidos y otras dificultades.

Infórmese antes de salir: su perro puede asustarse ante dificultades u obstáculos a los que no pueda enfrentarse.

Cuándo puede llevar a su perro a la montaña

Los perros también pueden acompañar a sus humanos en excursiones a gran altitud, siempre que su salud, especialmente desde el punto de vista cardiovascular, sea óptima.

La primera recomendación es que su veterinario examine a su perro para conocer su estado físico general y valorar el posible esfuerzo físico que puede soportar el animal.

Perros y mal de altura: altura sí, pero con moderación

Subir de altitud suele requerir un periodo de adaptación.

El llamado“mal de montaña” puede afectar indistintamente a humanos y perros.

Es una afección debida a la disminución de la presión atmosférica que provoca una reducción del oxígeno en el organismo.

Generalmente se produce entre 1.500 y 2.500 metros sobre el nivel del mar, por lo que hay que ascender moderadamente, permitiendo que el cuerpo se acostumbre al cambio de presión, y hacer una pausa en los niveles intermedios.

El ascenso del perro en el telesilla requiere una atención especial.

Cómo llevar al perro al telesilla

Nuestros amigos de cuatro patas también pueden seguirnos en el telesilla.

Sin embargo, el cambio brusco de altitud puede desencadenar irritabilidad, tos, náuseas, vómitos y sialorrea en el perro.

En presencia de tales síntomas, es aconsejable regresar al valle y dar tiempo al perro para que se aclimate.

Los perros en los telesillas deben llevar bozal y correa, un accesorio necesario no sólo en esta circunstancia concreta.

Perros en la montaña: nunca sin correa

Contrariamente a la creencia popular, en la montaña no se debe permitir en absoluto que los perros anden sueltos sin correa.

Las correas protegen a tu perro de posibles agresiones de perros pastores y de la fauna salvaje, una presencia más que evidente en los entornos de montaña.

Precisamente para proteger la fauna autóctona de algunas zonas naturales, la entrada de perros, pero también de personas, está estrictamente prohibida, y carteles bien visibles informan de ello a los excursionistas.

Respete siempre las prohibiciones para su protección y seguridad y la de su perro.

Utilizar una correa también evita que el perro, estimulado en su instinto depredador, persiga a posibles presas.

El resultado de esta caza puede ser la depredación del animal salvaje o un ataque a su perro.

También puede ocurrir que el perro, atrapado en la persecución, se aleje demasiado y se pierda.

En la montaña con su perro: los peligros de la altitud

La montaña, como cualquier entorno, tiene sus trampas. Aquí están:

La mordedura de víbora
El hocico y las patas de los perros son las zonas más afectadas. Una vez identificado el lugar de la mordedura, intente calmar y mantener quieto al perro: la aceleración de los latidos del corazón hace que el veneno circule más deprisa. No utilice torniquetes ni practique incisiones en la herida. Mejor CORRA A UN VETERINARIO de la zona CUANTO ANTES.

Picaduras de avispas y avispones
A menos que su perro haya cogido uno de estos himenópteros por la boca y sea alérgico, la picadura del insecto sólo suele causar algo de hinchazón. El asunto se complica si se pincha la lengua, que, hinchándose, impide respirar. Siempre es una buena norma buscar atención veterinaria inmediatamente.

Pulgas, mosquitos, flebotomos y garrapatas están por todas partes, incluso en las montañas. Por ello, la profilaxis antiparasitaria debe realizarse DURANTE TODO EL AÑO.

Riesgo de rabia y moquillo. Durante un paseo, su perro puede cruzarse con un zorro: un mordisco o incluso un arañazo bastan para transmitirle la rabia o el moquillo. Por lo tanto, la profilaxis de la vacunación es crucial.

Agua contaminada con bacterias. En las montañas no escasean las fuentes de agua, pero los arroyos y abrevaderos podrían estar contaminados con bacterias. Estas bacterias pueden ser inofensivas para la fauna salvaje o los animales de granja, pero perjudiciales para su perro hasta el punto de causarle problemas gastrointestinales.

Qué debe contener la mochila del excursionista experimentado de cuatro patas

  • una correa de repuesto y también una iluminada, en caso de excursiones nocturnas. Haga que su perro lleve un arnés: además de proporcionarle mayor comodidad, el arnés le permite controlar y manejar mejor a su perro en situaciones de emergencia.
  • una cuerda bastante larga y algunos mosquetones. En caso de que el perro caiga por algún precipicio o se deslice por un barranco del que no pueda volver a salir, la cuerda y los mosquetones te ayudarán a subirlo.
  • croquetas y tentempiés nutritivos para reponer la energía del perro durante el paseo.
  • botella de agua térmica y cuenco de viajepara que su perro beba siempre que sienta la necesidad y se asegure una hidratación adecuada
  • botiquín con peróxido de hidrógeno, ampollas de cortisona, gasas y vendas, pinzas para quitar garrapatas, toallitas húmedas

Por último, equípate con un recogedor y bolsas para los excrementos.

Las heces de perro, por muy vacunado que esté su animal, pueden ser portadoras de parásitos peligrosos para los animales salvajes.

Recoja siempre las heces, no tanto por ensuciar el entorno como por razones sanitarias.

Para los exámenes y chequeos rutinarios, los médicos de la plantilla de
Clínica Veterinaria
están siempre a su disposición.

También queremos recordarle que en caso de necesidad y urgencia Clínica La Veterinaria está siempre abierta las 24 horas del día, todos los días incluidos festivos, y con un servicio de urgencias de 20:00 a 8:00 horas.

Por la alegría de verlos felices.

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