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El calor provoca la falta de apetito del perro y también disminuye sus ganas de correr y retozar.
La falta de apetito del perro puede considerarse una dolencia estacional típica del periodo estival.
Cuando cambien las necesidades dietéticas de tu perro, deberás adaptar su menú.
He aquí cómo alimentarlo con comidas sabrosas y equilibradas que satisfagan sus necesidades nutricionales.
Si bien es cierto, por tanto, que la reducción de la actividad física requiere una menor ingesta calórica, es esencial que las comidas sigan satisfaciendo las necesidades energéticas del perro.
En primer lugar, opte por alimentos de alta calidad, nutritivos y digestibles, y dé las comidas principales en pequeñas raciones.
Las raciones pequeñas pero frecuentes combaten la inapetencia por calor
Distribuya las comidas en varias raciones y ofrézcaselas a su perro a intervalos regulares durante las horas más frescas del día.
De este modo, no forzarás el estómago ni la digestión de tu perro, pero seguirás satisfaciendo sus necesidades nutricionales.
A continuación, es importante que el perro ingiera alimentos hidratantes y refrescantes.
¿Qué alimentos y qué cocina prefiere cuando hace calor?
La dieta casera cocinada al vapor es la mejor opción para sustituir los alimentos comerciales secos o húmedos.
Este método de cocción conserva una gran cantidad de agua y no altera los nutrientes de los alimentos.
Sin embargo, la más “refrescante” sigue siendo la dieta casera cruda.
De hecho, en los alimentos crudos, la cantidad de agua presente permanece casi intacta.
Cocidos, crudos, secos o húmedos, elija siempre alimentos de alta digestibilidad.
¿Sabe qué alimentos son los más sustanciosos y fáciles de asimilar?
El conejo, el pato y el pavo se encuentran entre las carnes más digeribles.
El bacalao y las sardinas también pueden añadirse, pero en pequeñas cantidades (entre el 10% y el 20%), a los alimentos comerciales, tanto secos como enlatados.
Pero las verduras son el remedio más fresco e hidratante de todos
Las verduras preferidas son los pepinos, las zanahorias, el hinojo y el apio.
Rállelos finamente y ofrézcaselos a su perro incluso crudos.
Si a tu perro no le gustan las verduras, cocínalas al vapor y condiméntalas con un chorrito de aceite de oliva virgen extra.
Fruta: un tentempié súper sabroso y repleto de vitaminas contra el calor
El melón, la sandía (sin pepitas), los plátanos, los arándanos y las manzanas (con corazón y sin pepitas) son las frutas ideales para tu perro en verano.
Guárdelo en el frigorífico y déjelo unos minutos a temperatura ambiente antes de ofrecérselo a su perro: será un tentempié apetitoso y nutritivo.
O añádalo a su comida, pero no se exceda en las cantidades.
La fruta debe constituir alrededor del 5% de la dieta: un exceso podría causar problemas intestinales como la diarrea.
Pero cuidado con los cereales: dan sensación de saciedad pero nutren poco
Los perros son esencialmente carnívoros y carecen de las enzimas necesarias para digerir los almidones de los cereales.
Por tanto, los cereales sólo pueden considerarse sustancias saciantes pero poco nutritivas.
Dan al perro sensación de saciedad y son muy utilizados por las grandes industrias simplemente porque son baratos.
Aliméntelos con moderación y favorezca el amaranto, la espelta y la avena: son más digeribles y ricos en fibra que el maíz y el arroz habituales.
Cuando hace calor, todos los perros que no ingieren una cantidad adecuada de agua se vuelven vulnerables
¿El motivo? Corren el riesgo de deshidratarse.
Por lo tanto, asegúrese de que el perro disponga siempre de agua fresca, pero nunca congelada.
Y, de nuevo, cambia el agua varias veces durante el día y enjuaga el cuenco para evitar los restos de cal.
La inapetencia inducida por el calor en los perros no es en sí misma un síntoma preocupante siempre que dure poco tiempo
Si, por el contrario, la pérdida de apetito persiste de forma anormal, le aconsejamos que haga examinar a su perro por su veterinario para determinar las causas reales de esta situación, sobre todo en el caso de cachorros o perros de edad avanzada.
En este sentido, recuerda que la Clínica La Veterinaria está siempre abierta las 24 horas del día, incluidos festivos, y dispone de un servicio de urgencias de 20 a 8 horas.
Si tiene alguna duda o inquietud, no dude en ponerse en contacto con nosotros: nuestros médicos de plantilla no se van de vacaciones y están siempre disponibles, incluso en agosto.
Por la alegría de verlos FELICES.