Los papilomas cutáneos (conocidos como verrugas) en la piel y las mucosas de los perros son la manifestación de una enfermedad real llamada papilomatosis. ¿Cómo reconocer y tratar estas excrecencias en la piel del perro?
La aparición de verrugas caninas o papilomas cutáneos está causada por el virus del papiloma , un virus específico de la especie que sólo afecta a los perros.
Así pues, el papiloma canino no es transmisible a los seres humanos ni a los gatos, animales en los que la papilomatosis es muy poco frecuente.
En general, los papilomas son tumores benignos autolimitados que suelen curarse espontáneamente.
Sin embargo, nunca debe subestimarse la posibilidad de evolución neoplásica a la forma maligna.
¿Qué forma tienen las verrugas en los perros?
Los papilomas o verrugas caninas aparecen como masas elevadas en relación con la piel o la mucosa con forma de coliflor o polipoide.
Tienen una consistencia coriácea oscura o rosácea, son de forma irregular y varían de tamaño; generalmente no son dolorosas.
Localización de verrugas en perros
En general, los papilomas aparecen en las mucosas de la boca, la faringe o en la piel (hocico, labios, párpados, el espacio entre los dedos o las almohadillas bajo las patas).
El virus del papiloma en perros puede localizarse en determinados órganos internos (intestinos y vejiga), provocando consecuencias directamente proporcionales al tamaño de los papilomas: cuanto mayor sea la masa, más graves serán los síntomas.
Las verrugas que se desarrollan en la boca pueden causar:
- Halitosis
- Hipersalvación
- Dolor y, por tanto, falta de apetito
- Úlceras
- Hemorragias
- Dificultad para tragar
- Obstrucción parcial o completa de la faringe
En cambio, las que se desarrollan en los ojos pueden hacer que el perro parpadee continuamente y provocar alteraciones de la visión, conjuntivitis y dolor.
¿Cómo se produce la transmisión del virus del papiloma que causa las verrugas en los perros?
La transmisión se produce por contacto directo de perro a perro a través de la saliva u otros fluidos biológicos.
Sin embargo, este virus es extremadamente resistente en el medio exterior, por lo que también puede propagarse por contacto con material contaminado, como alimentos y cuencos.
El periodo de incubación puede variar de uno a dos meses y el animal puede ser asintomáticamente positivo al virus mientras que la manifestación de los síntomas sólo se produce tras la incubación.
Los perros con deficiencias importantes del sistema inmunitario, es decir, los jóvenes y los viejos, son los más expuestos.
Diagnóstico y evolución
Sin duda, su veterinario de confianza puede reconocer fácilmente un papiloma, pero para salir de dudas y evaluar la presencia de masas en órganos internos, puede ser necesario realizar una prueba histológica y una ecografía.
La forma autolimitada culmina con una recuperación espontánea en pocos meses.
Así pues, la terapia consiste en esperar el curso natural de la enfermedad.
Al igual que el papiloma humano, el papiloma en perros puede reaparecer y la infección tarda varios meses en remitir por completo.
¿Qué tratamiento para las verrugas en los perros?
Si las verrugas se hinchan, se abren formando úlceras o si el perro tiene problemas de visión o dificultades para tragar y comer, es necesario un tratamiento quirúrgico para extirpar la masa.
Por lo tanto, el tratamiento quirúrgico sólo se recomienda si el papiloma crea problemas funcionales al perro y nunca con fines “estéticos”.
¡Absolutamente NADA de remedios caseros!
La esperanza de que esta enfermedad pueda curarse con remedios caseros es absolutamente vana.
Más bien hay que evitar tomar iniciativas personales o recurrir a sustancias y ungüentos populares tradicionales.
Lo que sí puede hacer para prevenir la aparición de enfermedades derivadas de deficiencias en el sistema inmunitario es apoyarlo y reforzarlo con productos específicos que sólo su veterinario de confianza puede indicarle.
Para las revisiones y chequeos periódicos, confíe en los médicos veterinarios de nuestra plantilla, siempre a su disposición.
En este sentido, le recordamos que la Clínica La Veterinaria está siempre abierta las 24 horas del día, incluidos festivos, y dispone de un servicio de urgencias de 20 a 8 horas.
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