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En la playa con su perro: aquí tiene todos los consejos y precauciones para que esta experiencia sea segura y gratificante para su amigo de cuatro patas.
El creciente número de peticiones de los veraneantes para poder llevar a sus perros con ellos, sobre todo a la playa, está impulsando a los responsables de los establecimientos de baño a habilitar zonas especialmente reservadas para los animales de cuatro patas.
Las llamadas playas para perros son zonas de playa delimitadas equipadas con sombrillas, boxes, duchas y vallas de seguridad donde los perros pueden retozar en la playa y zambullirse en el agua.
Requisitos que debe cumplir un perro para ser admitido en la playa
Los perros sólo pueden acceder a la playa si están debidamente vacunados, por lo que es esencial que su perro esté al día con su profilaxis vacunal.
Antes de planificar viajes a la costa con su perro, asegúrese de su estado de salud mediante un chequeo con su veterinario.
La cartilla sanitaria debe mostrarse a la entrada: ¡NO SE LA OLVIDE EN CASA!
Y no olvides tampoco el arnés , la correa y el bozal, pues de lo contrario podrían denegarte el acceso a la playa.
Perro en la playa por primera vez: dale tiempo para que se aclimate
La playa es un lugar diferente de su entorno cotidiano, por lo que es normal que un perro se sienta un poco desorientado: no tengas prisa y dale tiempo suficiente para aclimatarse.
Llévate sus juguetes preferidos: le servirán para tranquilizarse.
El perro y la entrada en el agua
Si su perro duda, no le obligue a meterse en el agua: el acercamiento debe ser gradual y espontáneo, e insistir sólo podría crearle un trauma.
Si, por el contrario, decide zambullirse, entra con él en el agua (al principio muy poco profunda) y no le dejes nunca solo.
Se recomienda encarecidamente el uso de chalecos salvavidas.
Los perros menos experimentados no correrán riesgos en sus incursiones en el agua, y para los nadadores veteranos, en cambio, será un valioso aliado que les ayudará a flotar y les cansará menos.
Si las corrientes son fuertes, podrían arrastrar a tu perro. Nunca te arriesgues: mejor, no te bañes.
Si decides echarte una siesta, engancha a tu perro a una correa para tenerlo controlado y evitar que se aleje.
El perro no debe beber agua salada del mar
La ingestión de agua salada provoca vómitos y diarrea.
En cuanto llegues a la playa, haz que tu perro beba agua fresca inmediatamente para que no beba agua de mar para saciar su sed.
Si, a pesar de las precauciones, tiene alguna duda de que su perro ha tragado agua de mar mientras nadaba, hágale beber abundante agua dulce para disminuir la concentración de sal en su organismo.
Recuerde también que el perro, después de comer, debe hacer la digestión.
Como ocurre con los humanos, los perros también pueden correr el riesgo de sufrir una congestión si se bañan inmediatamente después de comer, sobre todo si la temperatura del agua es baja.
Crema solar para el perro
En primer lugar, una consideración importante es la hora del día: las mejores horas son a primera hora de la mañana y a última de la tarde.
Evite las horas centrales, es decir, las de más calor, si no quiere correr el riesgo de que su perro sufra un golpe de calor o una quemadura solar.
Los perros de pelo corto o corto, pelaje claro y piel rosada son más propensos a las quemaduras solares.
Utilice protector solar en las zonas sin pelo: nariz, boca, abdomen, punta de las orejas y base de la cola.
A falta de una crema específica, tu veterinario podrá indicarte un producto alternativo: normalmente una crema para pieles muy sensibles o para niños, siempre que no contenga óxido de zinc.
El calor de la arena y las rocas ardientes
Los perros son muy sensibles al calor de la arena y las rocas los “escaldan” hasta el punto de quemarlos.
Por lo tanto, deben aplicarse pomadas protectoras en las yemas de los dedos para evitar la deshidratación.
Pide siempre consejo a tu veterinario.
Los perros y las trampas del mar
Si se encuentra en una zona rocosa, esté siempre preparado para ayudar a su perro cuando salga del agua: al resurgir, podría resbalar y hacerse daño, ya sea por los afloramientos rocosos o por las
barbas
(también conocidas como “dientes de perro”).
Los balanos son crustáceos con el cuerpo protegido por placas calcáreas que viven en colonias, adheridos a las rocas marinas.
El contacto accidental con el balani provoca cortes afilados difíciles de curar.
Cuidado también con los erizos: el perro, al nadar, puede rozarlos, y sus afiladas espinas pueden clavarse en las almohadillas interdigitales.
Si, por desgracia, su perro se hace daño, hay que eliminar cualquier residuo de la laceración y desinfectar cuidadosamente la zona afectada.
Se recomienda llevar un botiquín de primeros auxilios por si el perro lo necesita. Nunca deben faltar: desinfectante, agua oxigenada, esparadrapo, pinzas, tijeras romas, gasas estériles, venda elástica y suero fisiológico.
Cómo eliminar la salinidad del pelo y la piel del perro
La salinidad, es decir, los elementos salinos presentes en el agua de mar, pueden provocar dermatitis y sequedad capilar.
Enjuague al perro con agua dulce, nunca con agua helada, para eliminar todos los restos de sal.
Además, utilice periódicamente un champú calmante e hidratante.
Sin embargo, para evitar que su perro se llene de arena, cuando salga del agua envuélvalo inmediatamente en una toalla y no le permita revolcarse por todas partes: si le entra arena en las orejas, la nariz o los ojos, puede causarle graves daños.
Después de secarla bien, extiende la toalla de modo que quede apoyada sobre ella.
Utilice toallitas húmedas para eliminar los granos de arena del hocico.
A fuerza de frotarse para eliminarlos, el perro puede arañarse.
Si tienes cualquier duda o inquietud, recuerda que los médicos de plantilla de la Clínica La Veterinaria están siempre disponibles, incluso en agosto.
La Clínica Veterinaria está abierta las 24 horas del día, todos los días incluidos los festivos, y dispone de un servicio de urgencias de 20:00 a 8:00 horas.
Por la alegría de verlos FELICES