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La horquilla perfora la piel del perro pero no sale por sí sola: a menudo es necesaria una intervención quirúrgica para extraerla.
La horquilla tiene forma lanceolada, se caracteriza por unos extremos muy duros y puntiagudos y, gracias a esta característica, puede perforar cualquier zona del cuerpo del animal.
Lo que hace a los forasacos insidiosos y extremadamente peligrosos es su superficie, cubierta de diminutas espinas retroflexionadas sólo perceptibles al tacto y gracias a las cuales arponearán a todo lo que los toque: tela, piel o pelo.
Una vez que ha penetrado a través de la epidermis, es imposible que la horquilla se retraiga y escape.
Los forasacos así enredados, comienzan implacablemente su viaje desde el pelo hasta la piel por los propios movimientos del animal.
Las púas penetran rápidamente y provocan un dolor persistente y agudo, dejando fístulas purulentas en el perro y transportando polvo y bacterias, responsables de graves infecciones y lesiones en los órganos internos.
NARIZ DEL PERRO Y OTRAS ZONAS DE ENTRADA
Las partes del cuerpo del perro por las que más fácilmente se introducen son:
- Espacios interdigitales y almohadillas plantares
- Orejas
- Nariz
- Ojos
Las torácicas pueden penetrar en cualquier parte, incluso a través de orificios (tímpanos, fosas nasales, vulva) del cuerpo de perros y gatos.
¿QUÉ SÍNTOMAS REVELAN LA PRESENCIA DE FORASMOS?
La herida punzante es fácilmente identificable: la zona afectada se caracterizará por enrojecimiento, hinchazón y pus.
El animal parece dolorido y empieza a lamerse repetidamente la zona afectada.
¿Y SI LA HORQUILLA GOLPEA LA PATA DE UN PERRO?
Si los forasacos penetran a través de los espacios interdigitales y las almohadillas plantares, el perro o gato puede empezar a cojear ostensiblemente.
Si la infame horquilla no ha penetrado del todo, intenta sacarla con unas pinzas, con cuidado de no romperla, para que no queden fragmentos o residuos bajo la piel y provoquen molestas infecciones.
¿Y SI PENETRA POR LOS OÍDOS DEL PERRO?
Si el animal sacude repetidamente la cabeza o la mantiene inclinada, o se rasca las orejas, sin duda el forásaco ha penetrado por ahí.
Dado que podría llegar a perforar el tímpano, se desaconseja encarecidamente cualquier acción personal: acuda rápidamente a su veterinario.
¿Y SI EL PERRO SE COME UNA HORQUILLA O LA INHALA?
Si el animal estornuda con frecuencia, es posible que también haya inhalado el forasaco.
Si se ingiere, puede llegar incluso al estómago.
A veces, el animal consigue expulsarlo estornudando, pero a menudo el furtivo phorasaccus penetra más profundamente, llegando incluso a los pulmones, provocando violentos ataques de tos hemorrágica.
Es imperativo que te pongas en contacto con tu veterinario lo antes posible, quien, mediante una ecografía, podrá señalar la localización exacta del forasaco.
LOS TALADROS TAMBIÉN PUEDEN PENETRAR A TRAVÉS DE OJOS Y PÁRPADOS
En este caso, el síntoma más evidente es el lagrimeo profuso.
Además del riesgo de conjuntivitis y perforación corneal, una consecuencia mucho más grave podría ser la CEGUERA.
No te demores: acude inmediatamente al veterinario.
¿QUÉ PRECAUCIONES TOMAR?
Si es importante acudir al veterinario a la menor sospecha de penetración torácica, también lo es intentar reducir la probabilidad de que esto ocurra.
Para proteger y salvaguardar la salud de su mascota, siga unas sencillas normas:
- Evite llevar al perro, o dejar que el gato corretee, por zonas donde la hierba es alta y las espigas de maíz crecen en abundancia.
- Corte la hierba del jardín con regularidad y elimine la siega
- Cepillar bien al animal al volver del paseo, sobre todo si es un perro de pelo largo.
- Comprobar siempre los espacios interdigitales, axilares e inguinales.
- Examine también los oídos, la boca y la nariz
Si observa algún comportamiento anormal en su animal, consúltenos sin demora.
Los veterinarios de la Clínica La Veterinaria realizarán una revisión exhaustiva de su perro o gato y exámenes específicos para la localización, eliminación del forasaco y tratamiento de cualquier infección.