¿Cómo bañar al gato (y sobrevivir a su ira) cuando es estrictamente necesario?
La mayoría de los gatos detestan el baño y la razón de ello se remonta a un instinto primario.
Bañar al gato es un asunto delicado: es bien sabido que a los gatos no les gusta el agua.
El pelaje de los gatos no está hecho para sumergirse en agua: su suave y denso subpelo tiende a absorber mucho líquido.
Anegado, el gato se siente torpe y lastrado y ralentiza sus movimientos.
Libre en la naturaleza, un gato en estas condiciones estaría en desventaja frente a depredadores y rivales.
Los gatos se encargan de su propia higiene lamiéndose, por lo que normalmente siempre están muy limpios.
Sin embargo, cuando el pelo y las patas de un gato se ensucian con algo que no puede eliminar por sí mismo o que puede suponer un peligro para su salud, lavarlo puede convertirse en una auténtica necesidad.
Casos en los que es realmente necesario bañar al gato
El baño del gato se hace necesario cuando el pelaje está sucio con sustancias pegajosas, grasas o tóxicas que no deben ingerirse en absoluto.
El aceite, las resinas, el alquitrán, la cola, las pinturas y los barnices son algunos ejemplos.
En estos casos, cuando bañar al gato se convierte en una obligación, es esencial proceder con todas las precauciones para evitar irritarlo, asustarlo o estresarlo.
La mejor manera de bañar al gato
Los gatos que entran en contacto con el agua pueden reaccionar intentando liberarse o escondiéndose.
Todo el proceso debe hacerse con calma, sin ponerse nervioso y sin forzarlo, en un entorno seguro y tranquilo, libre de ruidos y a prueba de fugas.
Ya sea ducha, bañera, lavabo o pila, elige un lugar cómodo para lavar al gato, tanto para él como para ti.
Moje el pelaje con agua a temperatura ambiente, empezando por la espalda en un chorrito para acostumbrar al gato.
Presta mucha atención a tus oídos, nariz y boca, por donde NO debe entrar el agua
Una vez humedecido el cabello, aplique el limpiador, primero en las manos y luego en el propio cabello con movimientos ligeros y suaves.
Después de enjabonar el cabello, aclarar poco a poco, evitando siempre el chorro directo hasta eliminar todos los restos de detergente.
Para el secado, utilice los paños suaves de microfibra, especialmente útiles y eficaces para absorber el agua y secar suavemente el cabello.
No se recomienda en absoluto utilizar un secador de pelo porque su ruido no sólo asusta al gato, sino que podría alcanzar temperaturas tan altas que podría quemarlo.
¿Existen alternativas para limpiar gatos sin agua?
La alternativa puede ser proceder a un lavado en seco, utilizando champús especiales para los que no es necesario humedecer el cabello ni aclararlo.
Otra solución son las toallitas húmedas especialmente diseñadas para lavar a los gatos (y, por tanto, no tóxicas).
Elige SIEMPRE productos de lavado específicos y NUNCA UTILICES champús o detergentes para humanos, que no son adecuados para perros y gatos y podrían irritar su piel.
Lo ideal es consultar siempre a su veterinario, que le aconsejará sobre los productos adecuados y la forma correcta de utilizarlos.
En este sentido, le recordamos que los médicos veterinarios de nuestra plantilla están siempre a su disposición para ofrecerle el asesoramiento y la orientación que necesite para el correcto manejo de su perro o gato.
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Por la alegría de verlos FELICES