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Un cachorro en camino: ¿estás realmente preparada?
La llegada de un cachorro a casa, a la familia: es un acontecimiento que debe abordarse con responsabilidad y, sobre todo, con plena conciencia de que cada animal es un individuo con personalidad propia y necesidades diferentes de las nuestras. Decir que lo queremos no basta: debemos aprender a comprenderlo y aceptarlo tal como es, sin humanizaciones coercitivas y represivas de su naturaleza.
Preparar el entorno para la llegada del cachorro
Los primeros días de tu cachorro en casa le verás explorar su nuevo entorno. El pequeño cuadrúpedo lo olisqueará todo y se colará por todas partes, como es normal. Y así es como también ocurren muchos accidentes. Para limitar las posibilidades de que ocurran imprevistos desagradables:
- Reserva inicialmente una zona de la casa para el cachorro y deja que explore sólo en tu presencia
- Retira de su alcance todo lo que sea potencialmente peligroso para su salud: zapatillas, medicamentos, detergentes, chucherías y objetos pequeños que pueda masticar y tragar
- Mantén cerradas las puertas y ventanas bajas
- Si tienes un jardín, asegúrate de que los muros y vallas sean a prueba de fugas.
- Y si hay una piscina en el jardín, el cachorro debe mantenerse alejado de ella.
La primera noche del cachorro en casa
En primer lugar, hay que señalar que un cachorro no debe separarse de su madre MÁS TARDE de 90 días. Durante este periodo, los cachorros aprenden importantes habilidades sociales y de comunicación que sólo la madre perra puede impartir. La madre perra ayuda a sus cachorros a desarrollar una mayor capacidad para enfrentarse a situaciones nuevas o estresantes, como la separación de la camada. Para tu cachorro, dejar a su madre y a sus hermanos supondrá un gran trastorno emocional. Es normal que esté asustado los primeros días y esto puede impedirle dormir tranquilo, precisamente porque echa de menos el calor de su madre y del resto de la camada. La primera noche, puedes colocar su cesta con almohada junto a tu cama para ayudarle a acostumbrarse a tu presencia y al nuevo entorno. De este modo, también podrás vigilarle. Si decides dejarle dormir en la cama contigo, es probable que mantenga este hábito para siempre, así que tenlo en cuenta y no te quejes después porque tú querías.
Tiempo, paciencia y comprensión para evitar la ansiedad por separación
El trabajo inteligente ofrece el privilegio de trabajar desde casa en compañía de tus amigos de cuatro patas. Pero, por desgracia, la mayoría de la gente se ve obligada a salir temprano o a volver tarde a casa para trabajar, por lo que, en estos casos, conviene acostumbrar gradualmente al cachorro a estar solo. Este proceso requiere paciencia, constancia y métodos adecuados. Es aconsejable empezar con breves periodos de separación, dejando al cachorro solo en casa durante 5-10 minutos mientras tú estás en el jardín o en otra habitación. Gradualmente, el tiempo de separación puede aumentarse a periodos más largos. Durante estas pruebas iniciales, es importante no saludar excesivamente al cachorro al salir y volver a entrar; esto ayuda a evitar asociaciones negativas con el acto de quedarse solo.
Utilizar el refuerzo positivo es otro aspecto clave en el adiestramiento de cachorros
Es esencial recompensar al animal cuando permanezca tranquilo y callado durante las ausencias. Esto puede incluir bocadillos o palabras de ánimo. Del mismo modo, es importante ignorar cualquier comportamiento ansioso o de llanto durante los primeros intentos de separación, para evitar que el cachorro asocie dicho comportamiento con una demanda de atención. En algunos casos, el uso de juguetes interactivos puede resultar útil para mantener al cachorro ocupado durante la ausencia. Estos objetos no sólo estimulan mentalmente al animal, sino que también le ayudan a canalizar su energía hacia actividades positivas. Por último, conviene tener en cuenta la importancia de una rutina diaria con horarios regulares de comidas, paseos y juegos: la regularidad ayuda a reducir la ansiedad del cachorro. Sin embargo, ten claro que en sus primeros cuatro meses de vida, un cachorro no debe estar solo más de un total de dos horas al día. Por tanto, si no puedes garantizar tu presencia en casa y la idea es condenar al perro a una soledad eterna, está claro que no eres apto ni adecuado para un perro.
La socialización del cachorro
Una socialización adecuada marca la diferencia y permite que el cachorro se convierta en un perro adulto seguro de sí mismo y equilibrado. Las primeras experiencias de socialización deben realizarse con sentido común: salidas cortas y graduales en lugares no demasiado ruidosos y concurridos, lejos del tráfico. No hay que dejar a los perros a merced de los niños, no hay que tirar de ellos ni arrastrarlos. Y no son chucherías que se puedan mover a voluntad, ni se les debe soltar contra otros perros, sobre todo perros adultos. Las salidas y encuentros con otros perros pueden tener lugar si el cachorro ha completado su programa de vacunación.
Las vacunas son vitales a todas las edades
Los cachorros recién nacidos disfrutan de un cierto periodo de protección gracias a los anticuerpos del cuerpo de su madre. Sin embargo, estos anticuerpos disminuyen con el tiempo, dejando a los cachorros vulnerables e indefensos ante enfermedades a menudo mortales, como la gastroenteritis vírica por parvovirus, una enfermedad vírica muy contagiosa. El programa de vacunación de los cachorros suele empezar entre las seis y las ocho semanas de edad, con revisiones programadas hasta los cuatro meses. Es importante seguir las instrucciones de tu veterinario en cuanto al calendario y tipo de vacunaciones, ya que una vacunación incompleta o tardía puede comprometer la salud de tu cachorro. La vacunación forma parte de una gestión global de la salud de tu cachorro, y las revisiones con tu veterinario son igualmente importantes para garantizar un crecimiento sano y armonioso.
Para hacer la primera visita a tu cachorro y preparar su plan de vacunación, ponte en contacto con los médicos veterinarios de nuestra plantilla, que están siempre a tu disposición.
Además, le recordamos que la Clínica La Veterinaria está siempre abierta las 24 horas del día, incluidos festivos, y dispone de un servicio de urgencias de 20:00 a 8:00 horas.