Perro en la oficina o «Día dellevar a tu perro al trabajo»: éste es el eslogan acuñado para promover y publicitar la iniciativa lanzada por laAsociación Internacional de Cuidadores de Mascotas entre 1995 y 1996.
La propuesta consistía en conceder a los empleados el derecho a llevar a sus perros consigo al lugar de trabajo de la empresa.
La presencia de perros en una oficina favorece una mayor socialización entre compañeros en beneficio del trabajo en equipo y una disminución del sentimiento de culpa del humano por dejar a su perro en casa.
Esta situación anima a las personas a ausentarse menos y permanecer más tiempo en el trabajo, lo que redunda en beneficio de la productividad.
Y si realmente queremos decirlo sin rodeos, puesto que la productividad es el objetivo último de toda empresa, quizá esta misma razón esté impulsando a cada vez más empresas a acoger perros en sus oficinas.
Pero cuidado: el bienestar psicofísico del perro siempre tiene prioridad sobre tu deseo de tenerlo contigo en el trabajo.
Es necesario evaluar responsablemente si el perro está realmente cómodo en la oficina o no
Si su perro es un individuo al que no le gusta relacionarse con los demás, ya sean personas o animales, probablemente una oficina no sea el lugar ideal para llevarlo.
Si, por el contrario, está bien socializado, al principio sólo llévalo contigo medio día.
Así podrá acostumbrarse poco a poco a su nuevo entorno.
Observa atentamente sus reacciones: si notas malestar y estrés, no le fuerces y no insistas hasta las últimas consecuencias.
Además, es esencial que el lugar de trabajo no sea una fuente de estrés para el perro, de lo contrario es preferible -por su bien- no llevarlo.
El entorno de la granja no debe ser demasiado ruidoso y la zona dedicada al animal debe estar alejada de lugares concurridos o de paso: debe ser un espacio seguro y tranquilo para él, donde pueda descansar sin ser molestado.
Recuerda que el bienestar psicofísico de tu perro siempre tiene prioridad sobre tu deseo de tenerlo contigo en la consulta.